Somos un grupo de pescadores deportivos los cuales centramos nuestra actividad en la pesca desde kayak.
Vecinos de la ciudad de Cartagena, semana tras semana nos reunimos para recorrer algunas millas de costa de nuestro Mar Mediterráneo.
Mi nombre es José, Kacea para muchos. Estos días atrás coincidí con un amigo y estuvimos hablando de nuestros comienzos, y me propuso que escribiera unas líneas sobre como surgió mi afición por la pesca en kayak y el recorrido desde entonces hasta hoy, una tarea un poco difícil, pues resumir 30 años de vivencias se me antoja cuanto menos un poco complicado de hacer, sin llegar a ser pesado.
Tengo que retroceder a 1981 para encontrar los primeros recuerdos, estos fueron un intento de ir a pescar allí, al fondo del horizonte, sin tener que estar subiendo y bajando monte. Por aquel entonces los extranjeros salían con sus kayaks de fibra y tablas de windsurf desde la playa perdiéndose en el azul, sin esfuerzo aparenté, y surgió mi idea. ¿Porque no usar un kayak para pescar?
Tenía entonces 16 años cuando fabriqué un objeto flotante de estética no demasiado agraciada. De 4,20m de eslora x 0,62m de manga y 30 kg de peso, cabilla del 6mm para largueros, quilla y costillas todo recubierto de fibra de vidrio y poliéster, todo ello sin planos. Para trasportar el kayak hasta la playa usamos un SEAT seiscientos y como conductor a mi padre, nada entusiasta de la pesca, que ante la incomodidad de trasportar un objeto tan voluminoso y pesado en un vehículo tan pequeño o posiblemente lo prematuro del concepto de pescar encima de una piragua u la suma de ambas, solo se hizo el viaje de pruebas, satisfactorio por cierto, allí quedaron las ilusiones y sueños de aquel chaval.Todavía en algunas ocasiones contemplo los restos de aquel primigenio kayak depositados en un rincón del huerto familiar.
Tras varios intentos de hacer realidad aquel concepto de pesca, nos remontamos al verano de 2005, una tarde paseando al perro por la rambla de mi pueblo en una escombrera próxima me pareció ver un objeto relativamente familiar, me acerqué y contemplé una antigua tabla de windsurf que además estaba en buenas condiciones. En ese instante resurgieron todas aquellas ideas, ilusiones y sentimientos de aquel chaval de16 años. Vuelvo rápido a casa, cojo el coche y la traigo. Allí paso varios días mirando aquel objeto y recordando todas aquellas cosas que en su día me había propuesto hacer con mis malogrados kayaks.
La impaciencia me corroe y el primer fin de semana libre al agua. Por aquellos días solíamos ir toda la familia a bañarnos a una playa cercana, La Azohia, me echan una mano para llevarla al agua, me subo y comienzo a remar. Es estable, no tengo la sensación de querer volcar, además se mueve con relativa velocidad y el viento no la afecta demasiado.
Los nervios se van serenando y comienzo a disfrutar, tras una hora regreso a la playa junto a mi familia. Es en ese momento cuando me doy cuenta que la playa esta llena y empiezo a percibir ciertas miradas de sorpresa, incredulidad y porque no decirlo burla, recogemos y regresamos a casa.
¡Esto marcha! El siguiente fin de semana vuelta a la playa, pero esta vez ya viene una caña y una caja de coreano, me alejo de la playa y me pongo a pescar a fondo en las proximidades de la Punta de la Azohia zona de paso de numerosos barcos. El cachondeo es general, algunos hasta aminoran la marcha y se aproximan para observar aquel conjunto tan raro. Tras 25 años esperando ese momento no hay burla lo suficientemente dura como para hacerme mella.
Con pocas variaciones va trascurriendo el verano y con la llegada del otoño llega el momento de invernar pues la única equitación esta reducida al bañado una camiseta y una gorra.
Con la llegada del verano de 2006 comienzo mis salidas, pero mi gozo en un pozo pues se me produce una tendinitis que me deja dos meses en tierra. Ante la imposibilidad de remar me dedico a visitar el centro Decatlón (recientemente abierto). ¡Que surtido en kayak y equipación que diferencia con el pasado!
Comienzo a salir a mediados de septiembre pero esta vez por El Portús, una cala cercana a Cartagena. Apenas me alejo media milla y suelo pescar a fondo, un día de repente tras un recodo de la costa surge un tipo grade con bigote montado en un kayak que lleva un par de cañas. Las caras de sorpresa son mutuas, yo soy incapaz de articular palabra, el me advierte cuidado con las líneas, freno en seco y contemplo como pasa. Este es mi primer encuentro con el que se ha convertido en un gran amigo y compañero de pesca se trata de Emilio.
Hasta ese día jamás había visto ni oído que hubiese más pescadores en kayak por esta zona. El siguiente fin de semana coincidimos de nuevo y tras saludarnos comenzamos a organizar las salidas y recorridos, en una de estas coincidimos con otro pescador en kayak, es Jesús Valero otro gran amigo y compañero. ¡¡¡YA SOMOS TRES!!!
A partir de esos días los acontecimientos se precipitan, se sale en grupo, los recorridos se alargan. Se prueban nuevas técnicas y materiales, se ha formado un grupo donde todos suman, son tiempos de probar y evaluar, de compartir conocimientos. Las capturas van cayendo. Nos vamos decantando mayoritariamente por la pesca a curricán.
Pasan los meses y llegado el verano de 2007 decido comprar un kayak cerrado pues hasta ese momento he estado navegando en el MISSOURI que es como un kayakista no pescador denomino a mi vieja tabla de windsurf tras verla pescando con tres cañas. El cambio es brutal, pierdo estabilidad pero gano en velocidad y comodidad pues ya no voy mojado, no se pasa frio y además dejo de ser el patito feo.
Van pasando los años los recorridos se alargan a 25, 30 Km. Se pesca a fondo, jigging, superficie, aparece la electrónica, sondas, GPS, emisoras. Cada uno se especializa en técnicas diferentes que después comparte con el resto del grupo, además empezamos a navegar en la red.
Yo por mi parte disfruto tanto pescando como recorriendo la costa a remo o en otras ocasiones personalizando el kayak.
En este último año el grupo ha crecido con nuevos compañeros, teniendo como común denominador la pesca en kayak, el paisaje y el pasar buenos ratos en compañía de grandes amigos.
Me presento, me llamo Emilio. Por el año 2000 me compre mi primera piragua auto vaciable doble, pues al tener tres hijos con doce y catorce años creía que les encantaría la pesca en piragua como a mí, pero me equivoqué a ellos solo les gustaba, jugar, subirse y tirarse al agua, pero no remar, ni pescar, al ser una piragua doble pesaba muchísimo y me costaba mucho trabajo moverla fuera del agua, (disfruté mucho con ella el tiempo que la tuve).
Recuerdo cuando iba a la playa siempre con la familia y todos los trastos, sombrillas, sillas y neveras, y hasta que no dejaba el campamento ya montado y listo, no me iba a pescar con la piragua, también recuerdo que cuando me iba salía con las cañas desmontadas y los aparejos y señuelos tapados, porque me daba vergüenza que me vieran salir a pescar en piragua, y al regresar igual todo tapado. Casi nunca pescaba nada pues salía muy tarde nunca antes de las diez y a las dos a comer en la playa.
Un día de los que salí tuve la inmensa fortuna de pescar una llampuga, mi primera llampuga en piragua, me dió mucha alegría y bastante guerra el subirla a la piragua, pues yo la subía y ella se tiraba de nuevo al agua, así tres o cuatro veces, hasta que al final gané yo, ese día pesqué tres y dos se me escaparon al subirlas, eso me dejó marcado para siempre, todos los años a finales de Septiembre, Octubre y Noviembre espero con impaciencia la llegada de la llampuga.
Con el paso de los años mis hijos fueron creciendo, y preferían irse con los amigos y amigas antes que venirse con su padre y su madre.
Entonces decidí comprarme una piragua cerrada, porque la abierta, yo solo la usaba los meses de, Mayo, a Noviembre, siendo los meses de Octubre y Noviembre cuando mejor me lo pasaba con las llampugas.
Ahora con la cerrada salgo todo el año, me gusta pescar calamares, júreles, caballas etc. y últimamente el dentón, lógicamente cuando lleguen los meses de finales de Septiembre, Octubre, Noviembre y primeros de Diciembre, volveré a mi deseada llampuga.
Ni que decir tiene que con la piragua ahora salgo mucho más equipado que salía antes, voy con dos cañas los carretes, GPS, emisora marina, móvil, brújula etc.
Salimos un grupo de buenos amigos, (Piratedepesca) todos comunicados y todos con kayak cerrados y ya no me da vergüenza que me vean salir a pescar en piragua, ahora lo que temo es que el tiempo pase muy rápido y se me acabe el tiempo de ir y pescar con cierta seguridad en piragua, pues ya tengo 53 años, menos mal que mis compañeros todos son mas jóvenes que yo, aunque esta juventud…
Por mi parte, Jesús Valero. Todo empezó el invierno de2006 con la decisión de adquirir una piragua con el fin de navegar y hacer deporte ya que anteriormente una lesión me aparto del mundo del atletismo el cual tengo grandísimos recuerdos.
La piragua que adquirí tras días y días de comparativas y de más, fue la Ysak de rotomod que actualmente sigue siendo mi montura.Recuerdo con agrado que la segunda vez que navegué, ya pensé en colocarle una caña para hacer curricán. No olvidare nunca la primera vez que escuche aquel silbido del carrete encima de mi piragua, ¡una bolsa, si! pero la adrenalina de aquel momento la sigo buscado cada vez que me hecho a la mar. Entonces ignoraba por completo la afición existente por este deporte.
Posteriormente empecé a coincidir con varios ¨locos¨ en el medio acuático. Primero Emilio que por aquel entonces todavía recogía las cañas y bártulos al llegar a la playa para parecer menos raro y más tarde José, imposible no recordar el cruzarme en el agua con Kacea en aquella tabla de surf y ver como peleaba con una llampuga enorme que con sus saltos y cabriolas remolcaba el Missouri a su merced. Mi nombre es Pepe (PPB), cuando el jefe me encargó un artículo de cómo comencé en el mundo de la pesca en kayak recordé perfectamente el momento , era el año 2004 ,un compañero de trabajo que era de Mazagón y me contaba cómo salía los fines de semana a “pescar en kayak”, menuda barbaridad pensé la primera vez que lo escuche, este no tiene dinero para un barco y por eso hace ese disparate , aun así, sembró en mi la curiosidad y gracias a varios artículos publicados en paginas web hicieron que sobre el 2010 comprara mi primer kayak , el modelo elegido fue dada mi ignorancia el que el vendedor me recomendó , un Trident 11 de Ocean kayak del cual tengo solo cosas buenas que contar y guardará un sitio especial en mi memoria.
Una vez con el kayak durmiendo en casa pensé que lo más difícil ya estaba hecho y ese fue uno de los grandes errores que cometí ya que durante el primer año solo tocó el agua en tres ocasiones y en ninguna de ellas rozó ni una escama.
Hecha la inversión , un montón de bricos y después de tanta espera para comprarlo decidí que tenía que dar un giro , invertí un montón de tiempo en internet , recuerdo cómo veía una y otra vez los videos de Edu y del jefe Valero , encontré un foro de pesca en kayak en la zona de Alicante y Cartagena, y como sin quererlo me encontré en la orilla de la playa con el kayak preparado, y navegando hacia la zona que unos compañeros del foro por la emisora me habían indicado que se encontraban , todavía recuerdo las caras de Jesús y Emilio cuando me vieron llegar, no llevaba ni cañas para pescar ,llegué asustado porque había unas olas de un metro y ellos diciendo que se estaba quedando planchada ,llevaban sondas, GPS, emisora, varias cañas cada uno y un montón de cosas que en aquel momento no sabía ni lo que eran ,con el susto en el cuerpo a los cinco minutos o menos me despedí y volví a la playa dando la salida por terminada y con una idea en la cabeza ,estos dos estaban un día nublado con olas de un metro y alejados un motón de tierra disfrutando como niños, ya sabía a quién me pegaría como una lapa hasta que me contagiarán esa afición.
Ya que el jefe estaba con un artículo sobre los espetones y como él dice “hay que salir a por ellos temprano, más todavía “el elegido fue Emilio y quizás fue la decisión más acertada ya que si bien le encanta la pesca conoce la zona como la palma de su mano y yo cual esponja marina como los patitos detrás de mama pato absorbiendo todo lo que decía y conociendo la zona.
No mucho mas tarde conocí también a varios amigos, José “Kacea “ y a Felipe “Nieto Riquelme” , el círculo ya se empezaba a cerrar, tenía al maestro de pesca Jesús Valero siempre más dispuesto el a enseñarme que yo a aprender , al amigo Emilio que tiene una peculiar virtud y es que cuando navegas junto a el tiempo se te pasa volando de lo a gusto que estás , el compañero Kacea del que he aprendido a disfrutar la jornada desde varios días antes hasta varios días después y Felipe compañero de clase de iniciación .
He pasado mi primer invierno con largas jornadas sin tocar escama , mucho frio , he conocido más compañeros a parte de los ya mencionados y después de nueve meses desde aquel día que con olas de un metro se estaba quedando planchada debo decir que el objetivo se ha conseguido ,las noches antes de salir a pescar no consigo dormir de los nervios y la ilusión ,las semanas tienen tres partes , la que pienso en la jornada de pesca que me espera , la jornada de pesca y la jornada de pesca que he tenido ,…………….creo que esto es afición.
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